Vinos de crianza, sólo las mejores parcelas y añadas destacadas son utilizadas para elaborar estos vinos que se distinguen por su concentración, estructura y potencial de guarda. Pensados desde el viñedo, con labores muy cuidados y específicos para el objetivo buscado (poda, raleos de brotes y racimos, deshojes). Luego en bodega se llevan a cabo prácticas enológicas adecuadas para logar una delicada extracción de taninos y antocianos que aseguren su longevidad. Posteriormente una crianza de 12 meses en barricas de roble dan nacimiento a estos vinos únicos, complejos, plenos de sensaciones que se descubren con mucha serenidad, dando tiempo a sus distintos “estratos aromáticos” a expresarse.

Vinos de gran sensualidad para acompañar momentos especiales, únicos, como su  personalidad…

Es una línea de vinos de gran concentración y estructura, con un potencial de guarda de 5 a 6 años, dónde buscamos resaltar la personalidad y característica de cada varietal y su expresión particular en nuestro viñedo. Resaltan notas frutales y especiadas, con taninos delicados, una jugosa acidez, todo en un marco muy sutil de aromas de crianza aportados por un paso por roble de una mínima parte del vino (usualmente no más del 15 a 20%).

Aquí, los grandes protagonistas son la expresión varietal y del terruño.

Vinos para maridar con platos contundentes, carnes rojas y de caza, pastas con salsas rojas.

Aquí nos permitimos algunas licencias para crear vinos conceptuales, diferentes desde su concepción. “Especialidades” que tienen sus “fans”. Cada vino, una creación, sin estereotipos ni prejuicios, para quienes gustan experimentar y probar distintas sensaciones.